El ajo rostizado cada vez se vuelve más popular. Ahora lo encuentras en todos lados, y la verdad entiendo por qué. Es una maravilla y le da un toque delicioso a todo lo que se lo pones. Lo puedes usar en pastas, en ensaladas, es pastas, en aderezos, de verdad que las posibilidades son infinitas.
¿Cómo elegir la cabeza perfecta de ajo?
Las cabezas de ajo deben ser grandes, firmes y pesadas para su tamaño. Evita las cabezas de ajo completas que tengan la cáscara muy vieja o que estén blandas, ya que pueden hacer que el sabor del ajo se vuelva muy amargo. Si está mohoso o tiene partes blandas, no lo uses.
- Prepara los dientes de ajo. Separa la cabeza de ajo en dientes individuales, quítale la cáscara que tenga de más, pero no le vayas a quitar la cascarita que está pegada al diente. Esta fina cascarita, que es casi como papel, protege al ajo de no quemarse y ayuda a mantener el sabor y a que tus manos no vayan a oler a ajo por muchos días.
- Pon los ajos en una charola Pon los ajos en una charola para horno en una sola capa. Rocía con aceite de oliva y pon una pizca de sal. Asegúrate que todos los dientes estén bien cubiertos por el aceite.
Mete al horno a una temperatura de 400 °F por 30 minutos o hasta que estén dorados. - Gira la charola Este paso es importante y muy necesario. Gira la charola a los 15 minutos de que estén los ajos en el horno y mueve los dientes para que se rosticen parejo.
- Pelar los dientes de ajo Cuando salen del horno y todavía están calientes, claro que estén manejables, quita la cáscara. Se pelan muy fácil, vas a ver. Ve poniendo todos los dientes de ajo en un frasco.
- Cubre con aceite y guarda El último paso es cubrir los dientes de ajo con aceite vegetal o aceite de oliva. Guárdalos en el refrigerador o en tu despensa siempre y cuando sea un lugar seco y con poca luz.
Tips y trucos para tener los mejores ajos
- Asegúrate de que los ajos estén en una sola capa en la charola. Si pones uno encima de otro se genera humedad y no se rostizan bien los ajo. Aparte mientras más superficie rostizada tenga cada diente más sabor tiene.
- El ajo debe almacenarse en un recipiente hermético y lejos de la luz solar directa. Yo pongo el mío en el refrigerador.
- Una cabeza grande de ajo rinde alrededor de 1/4 de taza de dientes asados.
Usar o no papel aluminio
Yo no soy fan de usar papel aluminio. La verdad son pocas recetas en las que lo utilizo. Creo que si rostizas el ajo completo puede ser mejor utilizar el papel aluminio para que se guarde la humedad, pero si lo rostizas en dientes separados como yo, no es necesario.
¿Cómo usar el ajo rostizado?
El ajo rostizado le pone tanto sabor a cualquier receta que siempre es buena idea tenerlo ya listo en el refrigerador.
Lo puedes servir entero o aplastado junto a unas verduras asadas. Úsalo en vez de ajo crudo en vinagretas y aderezos para ensaladas. El aceite lo puedes utilizar para terminar una sopa o un arroz.
También puedes usarlo en una mayonesa para hacer un sandwich, o mezclarlo con mantequilla para untarlo en un pan hecho en casa recién salido del horno. Termina tu puré de papas o utiliza el aceite para darle sabor al puré de coliflor.
Ya que lo tienes él el refri, te prometo que usar estos ajos rostizados no es nada difícil, con todo quedan bien.
¿Cuál es la mejor forma de guardar el ajo?
- Refrigerador: guárdalo en una bolsa sellada, puede durar hasta tres semanas.
- Congelador: si, el ajo se puede congelar. Separa los dientes de la cabeza de ajo, pélalos y ponlos en un recipiente bien cerrado. Congela por hasta tres meses.
- Despensa: esta es mi forma preferida de guardar el ajo. Lo pongo en un tazón en la alacena y siempre con cuidado que no esté al lado de otras frutas como el plátano.
¿Cambian los beneficios del ajo al asarlo?
Asar, hervir, calentar o encurtir el ajo puede reducir su cantidad de alicina (superpoder del ajo). Nunca será tan potente como el ajo crudo, pero de alguna manera sigue siendo beneficioso.
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Ajos rostizados
Equipment
Ingredientes
- cabezas de ajo
- aceite para rostizar
- pizca de sal
- aceite para conservar
Instrucciones
- Separa los dientes de ajo y ponlos en una charola para horno. Rocía con aceite vegetal o aceite de oliva y una pizca de sal. Con tus manos asegúrate que todos los dientes de ajo estén cubiertos de aciete.
- Prende el horno a 400ºF y mete la charola por media hora. Gira la charola a la mitad para que los diente de ajo se rosticen igual.
- Pela los dientes de ajo, pon en un frasco y cubre con el aceite de tu eleccion.
- Guarda en el refrigerador o en la alacena, siempre y cuando sea un lugar frío y obscuro.
information
La información nutricional de esta receta y de todas en la pagina es aproximada. Los valores exacto no están garantizados.
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