Sé que este es el nombre más raro, pero es un platillo con el que crecí y que siempre me ha gustado mucho.
Puedes pensar en ellos como frijoles refritos extra cargados, picantes, con chorizo, jalapeños y queso derretido.
Suelen servirse en las fiestas en las que se sirve una taquiza o como guarnición en las carnes asadas el fin de semana.
También los sirvo como dip de botana con totopos caseros o los uso para hacer sopes, tostadas o cuando se me antoja un buen taco. ¡Provecho!